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En los Medios

Fecha: Domingo 1º de Febrero de 2004

Medio: Diario La Capital - Suplemento Mujer
TEJE QUE TE TEJE

El beneficio de tejer en el telar

El tejer en el telar, produce desde lo emocional una experiencia inigualable y muy beneficiosa para la persona que accede a ello.

Mientras se experimenta con el movimiento de los hilos, se vivencia un estado de quietud, de introspección, de encuentro con la identidad.

En el tejido se actualiza por así decirlo, el pasado Americano, la historia de aquellos tejedores anónimos en el silencio de los Andes, que dejaron su impronta en maravillosas telas. Tejidos que funcionaban como textos que podían ser leídos. Tejidos y textos, que nos mostraban y aún hoy en día nos siguen enseñando, sobre sus costumbres, su religión, sus misterios, sus rituales, su vida cotidiana en el Universo Andino.

En la vida prehispánica el tejido representaba valores muy altos, en tiempos incaicos no había ceremonia en la cual el tejido no participara.

Las telas tejidas, servían como tributos, como obsequios de grandes guerreros, como sacrificio en rituales religiosos, como ajuar en los entierros funerarios.

¿Qué sentirían aquellas tejedoras frente al telar?

En el presente el tejido en telar posee la impronta del pasado por un lado y continúa conservando su significado de escritura.

Cada persona que teje en el telar, va recreando y simbolizando desde su propia historia, desde sus sensaciones y emociones va plasmando una imagen cargada de significados.

Tejidos y textos. Cada icono tramado, la disposición del color, la textura de los materiales elegidos para tejer, nos hablan de los estados de ánimos del tejedor.

En los talleres, la dinámica de los grupos y la riqueza vincular , se expresa desplegando sus funciones:

El grupo actúa a veces como contenedor, otras como posibilitador donde comienza a circular la palabra personal tantas veces no expresada.
El telar, las técnicas milenarias, los relatos y los cuentos que se leen en el taller, actúan como recursos, como dispositivos que posibilitan el dialogo y el encuentro con uno mismo.

Una integrante del taller nos cuenta mientras teje y despliega uno de sus tapices de otra etapa: “Este tapiz es mi representación en el pasado, la imagen que yo tenía de mi misma en otra etapa de mi vida, este otro que estoy tejiendo es mi presente, con mis cambios y mi vida diferente. Hoy los incluiré en una unidad simbólica, donde se refleje mi vida emocional en distintos momentos”
Otra integrante del taller relata en la primera reunión, “ me manda mi
Terapeuta. Además de mi análisis, siento que necesito algo que me saque de la intelectualidad y que pueda expresar mis emociones y bajar mi nivel de stress”
Otro relato indica”Estoy mal, no puedo superar hechos trágicos de mi vida, ausencias, muertes. Estoy buscando un sentido, necesito crear, ser yo misma, valorarme. Todos me desvalorizan, cuando tejo es como que me encuentro y siento que puedo”.

Historias de vida, relatos que retornan, redes que se entretejen, tramas que se conectan. Encuentro silencioso, como el movimiento de las manos, de aquellas tejedoras que aún hoy continúan tejiendo en el silencio de los cerros.

En pleno siglo XXl, en un centro urbano con las características de Rosario, un espacio donde recrearse con el pasado, donde los tiempos son otros tiempos, donde las aguas se aquietan y también las turbulencias de la mente.
El silencio, los aromas de esencias, la música suave, conspiran para este momento de reencuentro con uno mismo y posibilitan el hecho creativo, acompañado a veces de emociones de sorpresa, lágrimas, a veces incertidumbre, alegría y euforia y el beneficio que otorga compartir un ámbito grupal.
Reencuentro con el estado de ser, que de tantas formas nos expresaba el Don Juan de Castaneda. Mística Andina o simplemente un lugar donde tomarse un tiempo para poder comenzar a percibirse como persona.

El beneficio del telar: un espacio posibilitador, una ayuda. Un recurso más en este apasionante mundo de las emociones y los vínculos del ser humano.
Una puerta que se abre.

Curación y Creación

Emparentando el tejido en telar con experiencias relacionadas con otras expresiones artísticas, la psiquiatra Nise da Silveira, desde su Museo de Imágenes del Inconciente, señala que “ fue sorprendente verificar que el acto de pintar en si mismo podría adquirir cualidades terapéuticas”.
Más allá de las respuestas más o menos científicas, el psiquiatra guestáltico Salomón Touson, nos cuenta que muchas personas, han adoptado espontáneamente el camino de la expresión creadora para ayudar a reparar su salud. Es frecuente escuchar frases como”voy al taller y es como que entro en otro mundo. No se como, pero sé que me hace bien y espero toda la semana para ir al taller.
Touson precisa que “los dibujos como los sueños son percibidos como expresión genuina de aspectos esenciales de si mismo”.
Lo mismo refiere Jorge Luis Borges en una frase: ” Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara”.
Touson también agrega que un elemento importante es la cuota de placer que proporciona la actividad creativa ya que para muchos, el mero hecho de poder plasmar una figura puede ser motivo de alegría mientras que para otros la posibilidad de expresarse libremente. “ Me gusta el hecho de que la tela sea el único lugar donde uno puede cometer cualquier crimen sin ser castigado” indica Fritz Perls.
Herbert Read “ las actividades creadoras que podrían curar la mente y tornar hermoso nuestro ambiente. Unir el hombre con la naturaleza y nación con nación. Las dejamos de lado como ociosas, vacías, impertinentes e insanas”
Coincidentemente los términos hebreos barí (estar sano) y boré (ser creativo) tienen la misma raíz, en español las palabras crear y curar guardan cierta relación, (Touson).
Existen relatos que nos hablan de la relación entre curación y creación, tal es la biografía de Francisco Goya referida por L. Feuchtwanger, quién nos cuenta que el artista, que sufría de horribles delirios, fue a pasar una temporada a una casa de campo. Alrededor de él tenía el desierto y en el alma también y luego apareció en pleno día su sueño desesperante, acurrucado, volando, arrastrándose, como un espectro, con cabeza de gato. Con tremendo esfuerzo reaccionó, tomó el lápiz y echó los malos espíritus en el papel y cuando los vio en el papel se calmó.
Y ese día y en los sucesivos echó los demonios en el papel, arrancándoselos de dentro uno y otra vez. Y así se liberó de ellos...
Para concluir parafraseando a Vincent Van Gogh “Toda pintura exige la más intensa concentración y en consecuencia, es uno de los ejercicios más relajantes y terapéuticos que conozco. De hecho, en mi caso, siento que me transporta a otra dimensión, que literalmente vivifica partes del alma a donde no pueden llegar otras actividades”

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Fecha: Domingo 23 de Mayo de 2004
Medio: Diario La Capital - Suplemento Mujer


Hilado Artesanal

Cronológicamente los primeros pasos en el dominio de la fibra vegetal en el Perú aparecen en Cueva del Guitarrero, donde ya existía la hábil manipulación de sogas y cestos. En este lugar de la sierra norte del Perú comienza la tradición más lejana que recorrerá el camino del tejido.

A partir de la primera hebra hilada se fueron dejando de lado las fibras vegetales y animales sin hilar como los tientos, hasta llegar a una habilidad hilandera que será el fundamento, a veces olvidado, de la excelencia del tejido precolombino.

Los más antiguos de Argentina datan de más de 4.000 años y corresponden a los hallazgos realizados en la cordillera de la provincia de San Juan.

Desde la época incaica el hilado es realizado tanto por hombres como por mujeres. El hombre hila cuando va caminando por las sierras o al seguir a su rebaño; la mujer lo realiza en su casa o al caminar llevando su "guagua".

Las materias primas necesarias para el hilado se obtienen de los camélidos andinos (animales americanos): llama, vicuña, guanaco, alpaca o de animales introducidos por los españoles: cabra, oveja y también ciertos vegetales como el algodón. Las comunidades Wichi hilan la fibra del caraguatá o chaguar para tejer sus maravillosos bolsos (yicas).

En el proceso de hilado antes de lavar la lana se estira la fibra, y finalmente se realiza la torsión. Torcer es el hecho más importante en el hilado y según el tipo de torsión, el hilo se vuelve más flexible, más resistente, más fino o más grueso, de mejor o menor calidad.

Los hilados se realizan de dos modos: en S (torsión a la izquierda) y en Z (torsión a la derecha).

Los de América del Sur pueden clasificarse en dos grupos:

- Hilar con apoyo: la hilandera está sentada en el suelo, se apoya el huso en el dedo gordo del pie entre dos piedras en un recipiente o sobre el muslo.

- Hilar sin apoyo: la fibra al ser hilada gira en el aire sin apoyo.

Con la conquista española se introdujo el torno de hilar que puede ser a pedal o hidráulico, lo que comúnmente conocemos con el nombre de rueca de hilar.

El arqueólogo J. Rowe señaló hace tiempo que entre los incas las hebras eran usualmente hiladas en el sentido de las agujas del reloj, excepto en los tejidos confeccionados para hechicería.

Una de las tradiciones que existe en los Andes es la de hilar hacia la izquierda llamada llq'e (hilo mágico).

Según algunos estudios antropológicos realizados en el Cuzco sobre creencias que siguen aún hoy vigentes, el hilado hacia la izquierda tiene diferentes significados: es aceptado que el hilo lloq'e protege contra los vientos y que las personas enfermas con mal de ojo lo usan alrededor de la muñeca o tobillos para su protección o curación. Se dice también que es bueno para el éxito en los romances, siendo una parte importante en muchos atados mágicos para incrementar el amor de un amado indiferente.

En la sala de exposiciones del Viejo Mercado (bulevar Avellaneda 550 bis) se está desarrollando una muestra donde se puede experimentar el proceso de hilado en huso prehispánico y en rueca de hilar, desde el vellón de la oveja recién esquilada, a su posterior hilado y teñido con pigmentos de la tierra.

La muestra puede visitarse de lunes a viernes de 16 a 19, sábados y domingos de 15 a 19, con visitas guiadas y actividades de taller. En la fecha, a las 16, habrá un taller práctico de hilado artesanal con la rueca de hilar.

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Fecha:Domingo 28 de Agosto de 2004
Medio: Diario La Capital - Suplemento Country


Hebra X Hebra


Claudia Goldin rescata el pasado precolombino en cada tapiz tejido al telar

La expresión de una cultura adquiere diferentes manifestaciones. Los grupos humanos que habitaron el planeta buscaron a través de sus objetos, danzas y música transmitir aquello que les preocupaba o les producía placer. Así como un pueblo trasciende en el tiempo por sus valores filosóficos, también lo hace a partir de su organización social, sus leyes y sus expresiones artísticas, entre otras, el tejido. Este acompaña al hombre desde el comienzo de los tiempos porque sur-
guió de la necesidad de abrigo y protección contra las in- clemencias climáticas. Pueden ser con lanas de oveja, llama o fibras vegetales, para la confección de prendas, alfombras, tapices u objetos decorativos. Lo cierto es que hoy, con la revalorización de nuestras raíces, cobran vigencia los objetos vinculados al pasado indígena del sur: de América.
Claudia Goldin es una rosarina que se volcó al tejido de tapices con técnicas precolombinas recreadas con
elementos que vienen de la plástica y de otras expresiones artísticas. Desde muy joven se sintió atraída por
el tejido en telar en un tiempo donde era muy difícil con-
seguir maestros que la guiaran en la técnica. Hoy dice
estar "sorprendida y maravillada" por el fenómeno de
revalorización de nuestras raíces y aspira a que no sea
"sólo una moda pasajera".

- ¿Cómo fueron tus comienzos y por qué te
atrajeron los tejidos en telar?

- Me dedico a los tejidos en telar desde hace más de;
25 años. Empecé a los 16 años. Por entonces me llamaba la atención todo lo indígena, lo que tenía que ver con el tejido y la vestimenta de los aborígenes. Mi abuela materna tenía un telar vertical en la pieza que yo dormía cuando iba a su casa y me fascinaba ver cómo el tejido aumentaba poco a poco. Por esos años me costó encontrar
en Rosario quién pudiera enseñarme hasta que me conecté con el arquitecto Alfredo De Gregorio que tenía un
taller de vitraux y además enseñaba tejidos. Con él hice
mis primeros trabajos, me encantaba la evolución hebra
a hebra. Cuando terminé el colegio secundario empecé a
estudiar la licenciatura en Filosofía, después cambié por Psicología. A la par seguía con los tejidos.

- ¿Qué relación ves entre la filosofía, la psicología y los tejidos?

- Tanto la filosofía, la psicología y los tejidos son ex-
presiones humanas. Nos expresamos a través de la cultura y la psiquis. Todo está relacionado. La historia, el Presente y el pasado, la creatividad, las emociones, lo antropológico. Son distintos aspectos de una misma cosa. Pero; esto me llevó años entenderlo así. Hoy pude hacer una sintesis y comprendí que la psicología me sirve para el trabajo en grupos, porque a mis talleres viene gente que usa el tejido como laborterapia o porque está estresada.

- ¿Cómo fue tu búsqueda de los primeros años?

- Cuando empecé con el tejido en telar estábamos
en pleno Proceso militar. No había dónde aprenderlo, ni
ferias, habían desaparecido como tantas otras expre-
siones populares. Luego de pasar por el taller de Alfredo De Gregorio seguí aprendiendo con una chica francesa, nacida en Paris, Mane France, se llamaba, que se había capacitado con Norma Vaschetti, una artista plástica pionera en enseñar la técnica del tejido en telar en Rosario. Por entonces era complicado conseguir los telares, los materiales. En general se trabajaba con técnicas europeas, con el telar que venía del gobelino. Cuando comencé era como un hobby, viajaba mucho, visitaba las reservas mapuches en el sur. Esto fue entre los 19 y 24 años; estudiaba Psicología y seguía apasionada por los tejidos. Confeccionábamos ropa tejida que vendíamos en las facultades. Corría el año 1988.

-¿ Dónde y cómo surgieron los tejidos en telar?

- Los que somos fanáticos de lo precolombino deci-
mos que el telar surgió en América del Sur, pero no es
así. Las primeras telas surgieron con los primeros habitantes del planeta. Mi especialidad es el tejido americano del sur. Cada etnia posee una técnica con diseños y
colores que le son propios. Los trabajos textiles eran ex
presiones de una cultura, una especie de comunicación
del entorno, de las costumbres, de los rituales chamáni-
cos y de la vida cotidiana. Es muy difícil precisar cuántas técnicas de tejido existen en América porque son muchísimas. En la zona del Antiguo Perú estuvieron todas
las culturas anteriores a los incas (más de 2.500 años antes de Cristo) con una vasta tradición en tejidos. Después
le siguieron los incas, quienes recibieron este legado, y
estos últimos influenciaron luego en los aborígenes de
Argentina, Ecuador y Bolivia, entre otros.
En Argentina encontramos los tejidos de los mapuches (en el sur); de los wichis (al norte), y los diaguitas en el noroeste. Los mapuches, por ejemplo, trabajan con el telar vertical y son reconocidos por el diseño de la araña en el que utilizan una técnica denominada de flotación de los hilos de la urdimbre (con lana de oveja hilada a mano) y la cruz pampa, muy difundida actualmente. En cambio, en el noroeste sobresalen los tapices con paisajes norteños y las piezas de telas confeccionadas en telares criollos a | pedal. Mientras que en el Chaco predomina la técnica de la yiscas (una especie de malla bien rústica con la que se confeccionan bolsos) que se hace con una fibra vegetal (cha-I guar). También tenemos toda la cultura propia de las ciudades, que toma estas técnicas y las recrea en diferentes objetos para uso personal o la decoración de ambientes.

- ¿Percibís un auge de lo autóctono, una re-valorización de lo indígena, y de ser así, qué lo motiva?

- Es evidente que existe una vuelta a los orígenes de América, a la cosa étnica. Para que esto ocurra primero debió terminar el todo por dos pesos. Esto trajo consigo una revalorización del oficio manual y artesanal, de lo hecho con las manos, y más aún si está relacionado con las expresiones culturales de América. Qué maravilla que pase esto Pensar que hace 25 años no había lugares dónde estudiar. Este auge trae también mucha improvisación y falta de compromiso, porque esta actividad exige un compromiso con la difusión de las tradiciones. Sin embargo es muy bueno que existan personas que continúen con esta tarea porque se trata del patrimonio cultural de la humanidad.

CALIDEZ Y ABRIGO

Claudia Goldin elabora tapices de pared o esculturas textiles (el tapiz llevado a la tridimensión), técnica de la que es creadora. "En realidad no hago tapices para comercializarlos sino sólo a pedido o para mostrar en exposiciones". Justifica esta decisión en que cada trabajo le demanda más de un año. "Hago el proceso desde cero, hebra por hebra".
Primero les da el color para lo cual usa plantas de la zona, salvo la cochinilla (parásito que se aloja en las hojas de un cactus y que da los tonos del rojo) que la traen desde Chile. Para aclarar los tonos usa jugo de limón, y para fijarlos, alumbre, sal, crémor tártaro, cenizas de algarrobo y orina (si es de un adolescente varón, mejor).
"Las piezas tejidas aportan a los ambientes una calidez especial -agrega la artesana-. Tiene que ver con que el material textil, que se vincula con el abrigo, con el vestirse, con la oveja y la llama. Esa cualidad es un plus que se nota en cada obra terminada", agrega finalmente.

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Fecha :Domingo 27 de Noviembre de 2005
Medio: Diario La Capital

   

Colores de la Tierra

         

LOS COLORES DE LA NATURALEZA

La experiencia de extraer la paleta de color de las plantas del entorno donde uno habita, resulta una experiencia muy enriquecedora en todas sus posibilidades.
Por un lado nos conecta con la naturaleza del lugar donde vivimos diariamente, se agudiza nuestra mirada en los paseos y recorridos de los espacios verdes de nuestra ciudad, comenzamos a reconocer plantas, árboles y arbustos que siempre estuvieron durante años y años en el mismo lugar, brindándonos aire puro, aroma a verde, sombra con sus hojas y ahora también la maravilla del color.

La historia de los colorantes naturales es tan antigua como la de la humanidad. Los primeros pobladores de América Precolombina ya experimentaron el misterio del color y a través de las primeras expresiones pictóricas dejaron su huella impresa en cuevas, piedras y muros.
En aquellos tiempos, el color era extraído del medio natural_ plantas tintóreas y minerales_ dejando su impronta cromática impresa en lugares de difícil acceso.
Con los pigmentos más elementales, los primeros habitantes contaron sus historias, creencias, temores y deseos.

La extracción del color de las Plantas y el tipo de Plantas que utilizamos para teñir, son testimonio del momento histórico-geográfico y cultural del cual somos protagonistas imprimiendo un sello de identidad distintiva, única y propia del lugar donde vivimos.

Los materiales que utilizaremos en el telar para plasmar una obra creativa tendrán esta característica tan especial del color de la naturaleza de nuestro medio.

El Tilo, el Jacarandá, el Palo borracho, Las acacias,, El Aguaribay, El Nogal, Los Eucaliptos, El fruto de las magnolia, La flor del Ceibo, nos permiten jugar con los colores amarillos, tierras, verdes, ocres, marrones, entornando los ojos, la naturaleza se hace presente con su sello distintivo y tiñe nuestras imágenes, vibraciones y creaciones.
Desde lo emocional, los colores de la tierra nos brindan su armonía a través de sus pigmentos. Y esto se percibe en la obra creativa.

El primer paso , para experimentar el Proceso de Teñido con las plantas de nuestro entorno, es la recolección de los elementos para teñir.
Entramos en contacto con la naturaleza que nos ofrece nuestro medio.
Clasificamos, estudiamos, registramos las plantas del litoral, los espacios verdes de nuestra ciudad, el río, la isla, las zonas rurales.
Recolectamos, preservando la especie, tomamos lo que el suelo nos ofrece, cuidamos la forma de extracción de la planta, movidos por un espíritu ecológico de respeto con lo que la madre tierra nos ofrece y agradeciéndole lo que nos brinda.
El segundo paso es la preparación de la lana y su lavado.
El tercer paso es realizar el mordentado,
Preparamos la lana con algún mordiente (alumbre, sal, crémor tártaro), para que en el teñido el tinte muerda a la lana y quede fijado en ella.
El cuarto paso es la preparación del tinte:
Molemos con el mortero todo lo que recolectamos para luego macerar, hervir y extraer el pigmento de la planta.

Finalmente con las lanas mordentadas y la extracción del tinte de la planta, nos encontramos en condiciones de teñir, hervimos todo junto
Luego dejamos enfriar, lavamos nuevamente, para posteriormente ovillar las madejas y comenzar a urdir la urdimbre en el telar.

Y viajando al pasado americano...

Tanto los andinos como los pueblos amazónicos y los aborígenes de Argentina, empleaban para sus tejidos tinturas vegetales, animales , minerales y diversos mordientes utilizados como fijadores del color, de su entorno natural.
En el universo andino, en la región de los Andes, las culturas más antiguas habían logrado capturar la magia del color en sus tejidos desde muchos siglos antes de Cristo..
La pintura precolombina tuvo sus expresiones en las primeras telas pintadas con óxidos y minerales extraídos de su medio natural en la cultura de Chavín de Huantar alrededor del 1000 AC, en la sierra norte de Perú.
La imagen del “Señor de los Báculos” aparecía ligada al color en las esculturas en piedras y en las telas tejidas y posteriormente pintadas con tal excelencia técnica, que la pintura no era traspasada al revés de la tela.
La cultura de Paracas en la costa del Perú obtenía más de cien matices diferentes y
degradaciones de un mismo tinte, testimonio que hoy se puede visualizar en los mantos ceremoniales, en los textiles arqueológicos, que en la actualidad se exhiben en las diversas salas de museos de arte precolombino.
La cultura Nasca, Huari, maravilló con sus telas teñidas por atado de piedras, logrando efectos cromáticos por reserva del color.

Los incas

El Imperio Inca, con centro en el Cuzco, se extendía hacia nuestro territorio en el Noroeste y Mendoza.
Su organización social, política y económica de alta complejidad, designaba que hubiese artesanos dedicados exclusivamente al teñido llamados cauticamayos, así como los mejores artesanos tejían las telas más finas (cumbi) para el Inca, designados con el nombre de cumbicamayos.
Uno de los tintes más interesantes de estas culturas prehispánicas fue el rojo de la cochinilla ( insecto parásito que se encuentra en la hoja del Nopal).
La recolección y utilización de la cochinilla por los grupos indígenas actuales se lleva a cabo en muy pocos lugares y en general según los métodos antiguos. Su cultivo ha sido intenso desde México a Argentina en toda la franja andina.
La cochinilla y su elaboración representarían la tintorería del mundo andino.
En la zona puneña el uso más específico es el azafrán, el molle y otras, mientras que los fijadores de color (mordientes) más utilizados son la ceniza, la orina y la chicha de maíz, entre otros.
Los conquistadores españoles describieron en sus crónicas, el asombro que les produjo la utilización del color que demostraban todo el esplendor de los pueblos encontrados a su paso.
La variedad y eficacia de las materias tintóreas americanas advertidas durante la conquista española, provocó grandes cambios en el arte de la pintura, imponiéndose por su calidad la grana cochinilla con sus múltiples variaciones: del rojo y el añil, fuente invalorable de las tonalidades del azul.
Los demás pueblos aborígenes que habitaban suelo argentino, también utilizaron las propiedades colorantes de su entorno.
Los tehuelches pintaban complejos dibujos en los cueros que protegían del frío de la Patagonia.
Los indígenas del Chaco lograban diseños en sus bolsas de carga tiñendo las fibras vegetales utilizadas para su tejido, utilizando un vasto recetario vegetal tintóreo, destinado sobre todo a colorear las bolsos de malla de chahuar realizadas con aguja de madera o espinas de pescado, con frecuencia del color pardo.
Las tejedoras mapuches, actualmente continúan utilizando la técnica del Ikat ( teñido por atado) para realizar sus ponchos, consistente en practicar ligaduras en la urdimbre y luego sumergir los hilos en el tinte, las partes ligadas quedan en blanco y al tejer se forman dibujos especiales.
Hombres y mujeres de las culturas prehispánicas utilizaban los pigmentos de la tierra para pintura facial , tatuar el cuerpo con fines guerrerosy rituales produciendo el efecto de mallas ceñidas con fines protectores.
El tatuaje como método de punción y grabado unido a ciertas sustancias ( como la ceniza de ciertas plantas) esparcida sobre la herida, lo cual lo convertía en indeleble.
Los sellos de cerámica utilizado por diversas cultura de México y Ecuador dejaron su impronta a través de la impresión y estampados de sus pigmentos en telas, vasijas, decoración de canoas y hasta su propio cuerpo

Experiencias locales

En el año 2001, se realizò en el Taller de Recuperación de Técnicas Textiles tradicionales y contemporáneas que funcionó en la Casa de la Cultura de la Universidad Nacional de Rosario, el rescate de tintes y pigmentos naturales.
Los integrantes del taller hicieron un registro artesanal y recolección de plantas Jacarandá el amarillo; del eucalipto medicinal, verdes claros y algunos pardos. También se experimentó con yerba mate, cáscara de cebolla ( colorada, naranja, blanca), flores (rosa china, rosas rojas, bignonia rosa y blanca), frutos (ciruelo, limonero), especies como la cúrcuma y el pimentón además de vegetales como el repollo colorado, remolacha y espinaca donde se obtuvieron colores como el azul claro, el rosa y el verde .
La experiencia se continuó con diferentes especies o con las mismas, variando el color con limón, sulfatos, clavos de cobre, hierro, cenizas, ollas de distintos materiales y diversas calidad de agua ( de lluvia, destilada, de pozo, con cloro) y también utilizando la cochinilla de Chile.

La maravilla y la magia del color y la posibilidad de poder crear nuestra propia paleta con los colores de la tierra, para luego aplicarlas en las telas que tejemos y los tapices que creamos es desde lo personal, una experiencia emocional inigualable, el aire se impregna de aroma a tilo, eucalipto, nogal y la obra creada tiene en sus fibras la energía vital de la naturaleza

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Fecha : Domingo 14 deMayo de 2006
Medio: Diario La Capital

   

Prendas con Historia

          La indumentaria, los peinados, los adornos, las joyas, los tatuajes, resultan una fuente de información sobre las sociedades prehispánicas de innegable importancia..
Como en otras épocas, la vestimenta dejaba de tener significado solo como abrigo de la piel y se convertían en elementos distintivos. Cada quién debía portar la vestimenta que señalaba su condición social. De esta forma con su función comunicante a través de la indumentaria, se distinguían los dioses, los mortales, los gobernantes, los sacerdotes, los fieles, guerreros y cautivos.

El Textil Andino posee múltiples significados, es un complejo sistema de comunicación y lenguaje, donde los antiguos habitantes de América Prehispánica dejaron su huella escrita.

Durante miles de años los tejedores del Mundo Andino trabajaron sobre materiales , colores y formas, creando variados estilos plásticos-estéticos, que dieron lugar a verdaderos lenguajes y códigos, a través de los cuales los antiguos habitantes del suelo americano plasmaron sus identidades y construyeron sus diferencias.

Los textiles andinos a través de su iconografía, de la utilización del color, de la ubicación en la tela, de la dirección de la torsión de la hebra hilada, conformaban lenguajes simbólicos que denotaban experiencias religiosas, tributo en la economía inca, y diversos significados en la vida social, cultural y política de aquellos habitantes.


En la tradición andina, los tejidos mas finos los realizaban artesanos especializados los “cumbicamayoc”, quienes confeccionaban finas telas llamadas “cumbi” en lana de vicuña del altiplano.
En los Andes se utilizaron lana de llama y de alpaca, fibras de algodón y en algunos casos pelos de vizcacha y humanos, para dar mayor suavidad a las telas tejidas.

Las “acllas” tambièn conocidas como vírgenes del sol, fabricaban textiles y preparación de bebidas para los rituales religiosos.
En la Casa de Las Escogidas( acllahuasi) se tejìan en el telar: bolsitas coqueras (chuspa), taparrabos (wara), mantas (yacolla), camisas (uncu), gorros, tocados con plumas y las prendas de las figurillas de las ofrendas en los rituales religiosos.


Algunos ejemplos de Vestimenta en el Mundo Andino

Ahuayo
Tejido rectangular de variados colores tejidos en lana, que sirven para transportar niños u otros objetos en la espalda, literalmente significa pañal.
Sus diseños muestran simbólicamente la geografía andina: La pampa, representada en un espacio abierto y de un color más uniforme y parejo
El pallay , representada por los diseños y significan las áreas cultivadas; los surcos para el riego son representados a través de líneas rectas de diferentes colores.
Existe una gran diversidad de diseños, formas y colores que indican la identidad cultural de la persona que lo utiliza.

Aqsu
Especie de túnica de uso femenino . Se usaban enrolladas al cuerpo por debajo de las axilas, y sujeta por una faja (Chumpi ). Se prendían al hombro por medio de un Tupu ( pinche, alfiler de metal) Se tejían imágenes y diseños de gran belleza basados en estructuras de pensamiento colectivo. Las telas eran tejidas en el telar de cintura.


Uncu:
Pieza rectangular, que tiene un ojal para paso del cuello, tejida en el telar, la pieza se dobla sobre si misma uniéndose con una costura en las partes encontradas, para poder formar la túnica o camisa, dejando solo la abertura para pasar los brazos. Se diferencia del poncho que en este, son dos piezas cosidas en el centro y no se cosen los lados del costado a diferencia del Unku. “ Es traje de los Incas” Uso masculino

Chuspa : bolsita para llevar hojas de coca

Chumpi: faja femenina

Llacota: manto masculino

Lliclla: manto femenino

Uncuña: mantel pequeño que se utiliza para la cabeza femenina y también para llevar ofrendas

Además de su uso como vestimenta, los textiles fueron elementos de identidad, comunicación e intercambio, funciones que actualmente continúan en el presente.

Los textiles actuales tienen el sello de la impronta del pasado y aún en nuestros días continúan significando comunicación, identidad de un contexto socio cultural, intercambio y pertenencia a un espacio temporal determinado y son el testimonio del contexto cultural que nos toca vivir.

Claudia Goldin
Ps. y Artista Textil

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Fecha : Domingo 30 de Julio de 2006
Medio: Diario La Capital

   

Una Fiesta de Color y Alegría

          En el Mundo andino, el ritual tiene que ver con la repetición originaria, a veces a modo de ofrenda, actuada, danzada, cantada, de un acontecimiento original transmitido ancestralmente, renovando la memoria colectiva y la identidad cultural de un grupo.
Los personajes que dramatizan el ritual y que entran en escena, en general son elegidos como representantes: entre el cielo y la tierra, el mundo espiritual y el mundo terrenal, shamanes, sacerdotes andinos, o profundos conocedores de las tradiciones y el alma cósmica.
El shaman tiene varias acepciones. Mientras que en el mongol significa “asceta” y significa ¿¿ en el sánscrito “samán “ es quien vive en retiro espiritual; en lengua quechua, “Sámaj” es la persona en descanso espiritual.
A diferencias de los Amautas, su forma de operar no era del orden del conocimiento intelectual, sino de tipo experimental y cercano a las vivencias de su comunidad, cuyos dones le permitían curar, sanar males, tener clarividencia, estados de trance, viajes de iniciación, lecturas de la hoja de coca, ver en la oscuridad, transmutarse en felino-jaguar, conectarse con el mundo espiritual. Sus poderes se transmitían en forma oral y eran los transmisores de sabidurías milenarias, provenientes de las más antiguas tradiciones. Poseían los secretos que encerraban las plantas y los efectos para la curación y los estados alterados de conciencia a través de los cuales se conectaban con el universo espiritual.
El Shamán es sanador, experto en plantas sagradas y su uso, en curaciones.


En el mundo andino, las expresiones artísticas culturales eran verdaderos comunicantes, objetos ceremoniales de uso ritual: vasos de cerámica, mantos religiosos, unkuñas de ofrendas, donde los antiguos habitantes del suelo americano dejaron grabada su huella, sus ritos, su entorno, a través de símbolos.
Textiles, grabados, modelados o esculpidos en museos de piedra, roca, tierra o trozos de tela, cuyo fin era la de significar elemento de identidad, lenguaje e intercambio, ritual u ofrenda para los dioses, en última instancia, para preservar la memoria ancestral del mundo andino acentuando su identidad y diferenciándola de otras.

Para las culturas precolombinas la naturaleza fue considerada sagrada.
En especial las montañas que fueron dioses o “apus” que protegían a las comunidades.
El estado Inca le dio suma importancia a este antiguo culto, y sus habitantes construyeron en las cimas espacios para los rituales religiosos, hoy conocidos como “adoratorios o santuarios de alta montaña”.

Las actividades religiosas en el mundo andino se relacionaban con la naturaleza y la fertilidad; especialmente el ciclo agrícola y las estaciones del año.

En las culturas precolombinas la piedra, en sus diferentes formas y tamaños, fue un objeto de culto y ritual.
Las apachetas ( montículos de piedras apiladas) son adoratorios simples pero muy importantes para las creencias religiosas pasadas y actuales en el universo andino. Se trata de agrupamientos de piedras de diferentes tamaños que se encuentran a la vera de los caminos.


Estos lugares fueron y son considerados rituales.
Los pedidos que se realizan en las apachetas se corresponden con el viajero y peregrinos, las sendas y el camino, ya que las mismas se relacionan con el descanso, las fuerzas para continuar, la protección , la salud y el permiso para ingresar a un lugar nuevo.
Las apachetas son construidas cuando se realiza una ofrenda a la Pachamama en el mes de agosto. Las cuales se adornan con flores y lanas de muchos colores.

Ritual de la Pachamama

En el mes de agosto se realiza en los Andes el ritual de alimentar a la tierra, denominado “corpachada”, convido o pago y se trata de una ceremonia de profundas raíces prehispánicas.
El alimento ritual para la tierra está relacionado con el ciclo agrícola y la fertilidad; con el mundo de los vivos, y los ancestros; con el hombre y la naturaleza que lo rodea ; elementos que se encuentran integrados en un solo mundo imposible de separar.
La Madre Tierra o Pachamama es una de las deidades femeninas más importantes del mundo andino.
La religión andina posee una relación intrínseca con la naturaleza. El campesino y la tierra constituyen una unidad indivisible, imposible de comprender el no sin el otro. El ciclo agrícola representa lo más importante de la vida rural y ritual.
La Madre Tierra se le ofrece los mejores alimentos para darle poder y vitalidad, con el objeto que ésta les devuelva protección, alimentos, prosperidad y buenas cosechas.
Para corpachar o alimentar a la tierra se hace un pozo que representa la boca de la Pachamama y generalmente se realizan en los patios de las casas, escuelas o plazas. A diferencia de otras religiones que poseen lugares fijos para la realización de los rituales (iglesias, templos, mezquitas, etc), la ceremonia de la Pachamama es más dinámica, puede hacerse el pago a la tierra en cualquier lugar.
En la ciudad, antes de empezar a beber, es tradición ofrecer el primer trago a la Pachamama, arrojando un chorro a la tierra.
La Pachamama es la más popular de las creencias rituales del mundo andino que aún sobrevive con fuerza en algunas regiones del Noroeste Argentino.
La evangelización no logró extirpar la presencia de la madre tierra y hoy en día se venera al mismo tiempo los ritos cristianos entrelazados con los mitos andinos.
En Jujuy la gente de la montaña que profesa la fe católica continúa venerando a la Pachamama, como siglos atrás lo hacían sus antecesores. El homenaje principal se realiza el mes de agosto , especialmente el primer día del mes se sahuman los hogares y un humo azul de sahumerio de koa tiñe los cerros, en el patio de la casa, a la vera del camino, en las plazas o en las escuelas, se cava el hoyo o se procede a recavar el de años anteriores, se da de comer a la tierra con las mejores ofrendas, las mejores comidas, hojitas de coca, chicha, alcohol y cigarrillos, se pide en silencio por los buenos augurios, las buenas cosechas y el bienestar espiritual de los presentes, se procede al tapado del hoyo y para completar la ceremonia se entierran botellas y los presentes se toman de la mano y en rueda danzan a los sones de la música, cajas, quenas y coplas.

Ritual del Señor del Qoyllur Ritty

Cada mes de Junio y a cinco mil metros de altura en el departamento del Cuzco, Perù. Tiene lugar la festividad del Señor de Qoyllur Ritty ( quechua), significa “ El Señor de los Hielos”.
Esta festividad reúne dos tradiciones -la andina y la católica pues celebra la aparición de la imagen de Cristo en una roca maciza a 4 750 msnm y a la vez el culto al Apu Ausangate.

Se trata de un rito mágico religioso en las faldas del nevado Ausangate, al pie del Qolquepunco en plena cordillera de los Andes, cuyo origen data de 1780. Es una peregrinación donde participan representantes de las diferentes comunidades andinas del Perú, que a través del canto, sus trajes maravillosos y la danza, ofrendan su fe al Señor de los Hielos, de quienes obtienen milagros, buenos augurios y bendición.
El Señor de los Hielos guía los pasos del “Ukuko” personaje central de esta festividad que debe ascender descalzo por las laderas del “apu” sagrado y luego fundirse en una abrazo interminable con el nevado. La identidad el “ukuko” permanece en el misterio un pasamontañas oculta su rostro, personaje mítico mitad hombre mitad animal, su voz se vuelve chillona jugando con el eco de las alturas, guardián del santuario del “Señor de los Hielos”.
Tres días de festividad, ofrenda y devoción donde los danzantes bailan , día y noche al son de la música, cantan y rezan plegarias con sus mejores trajes bordados con pájaros de colores, aves bicéfalas y lentejuelas doradas.
Fiesta de color, alegría y devoción, interminables filas de velas titilan dentro y fuera del santuario, acompañadas de plegarias, pedidos de prosperidad, amor ,bienestar para los seres queridos y el aroma del Palo Santo tiñendo el entorno.
Los cerros y la montaña sagrada (Apu) atribuidos de sacralidad veneran al santuario.
El Apu Ausangate el más poderoso de la zona, lugar de origen de alpacas y llamas controla la fecundidad y su autoridad se irradia por toda la región.

Relato del Qoyllur Ritty
En lo más alto del nevado de Ausangate, donde todo es blanco y helado, conviven los dioses en un espacio sagrado llamado Qoyllur Rity, estrella de Nieve, señor de los hielos. Desde ahí las divinidades andinas y católicas vigilan las cosechas de los hombres y cuidan a sus hijos y animales.
Ya en tiempos precolombinos, el Apu Ausanagate era conocido como una de las principales deidades del sur, y cuentan que con la llegada los españoles y la imposición de la religión católica, haya en el siglo XVIII, hasta el propio niño Jesús apareció en la cima para ayudar a Mariano Mayta, un pequeño pastor que pasteaba a su ganado por la quebrada de Sinakarase.
Mariano y Jesús, se hicieron muy amigos, y algún tiempo después, cuando ellos ya no estaban, la imagen del Señor crucificado apareció pintada milagrosamente sobre una roca.
Ese retrato nunca se borró, y por eso ahí tan arriba, justo antes de llegar al cielo, descansa ahora el Santuario del Señor de Qoyllur Ritty y hasta él llegan miles de peregrinos.
Está ubicada en el Distrito de Ocongate en la provincia de Quispicanchi en Cusco, que en el mes de junio se convierte en el centro de la devoción, ya que el frío es intenso, pero aun así la fe que mueve montañas, congrega a miles y miles de fieles, que buscan un refugio para sus corazones y para la limpieza de sus almas.

Por medio de los rituales cada persona desde su creencia, ofrenda su devoción, pide por el bienestar, salud y prosperidad de sus seres queridos y de la humanidad.
Rituales milenarios que , traspasan la barrera del tiempo, con un mismo fin... orar, pedir, búsqueda de salud, amor , protección y bienestar, ofrendar, conexión con lo divino y espiritual.

Ps.Claudia Goldin
www.claudiagoldin.com.ar

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Fecha : Domingo 30 de Julio de 2006
Medio: Diario La Capital

   

Entre Tramas y Urdimbres

          Entrecruzar fibras, trenzarlas, torcionarlas, anudarlas y volverlas a cruzar y extenderlas de mil maneras diferentes en un telar de palitos, en dos troncos paralelos sostenidos por un árbol, en un cesto para transporte de alimentos, en una malla de red para la pesca, en una canoa tejida, en una unkuña (manto ceremonial), en una ofrenda mística religiosa, han sido expresiones que han acompañado desde tiempos ancestrales a la humanidad.

El primer abrigo: la piel de animales que cobijaba del frío
La primera tela: tramas y urdimbres ancestrales que dialogan, unidos a la necesidad de cubrir el cuerpo.
Las fibras textiles desde su inicio, significaron calidez, abrigo, afecto, envolver, contener, dar calor.

De miles formas diferentes, telas tejidas con aguja de espina de cactus, aguja de espina de pescado, entrelazado de dedos, entre tramas y urdimbres se fue escribiendo la historia del textil con sus múltiples significados.

La maravilla y complejidad que alcanzó el tejido en el mundo andino es el resultado de un proceso que tuvo su inicio hace miles de años .

Desde tiempos inmemoriales, los primeros textiles fueron simples entrelazados, trenzados, un solo elemento , sin trama ni urdimbre, precedió al tejido en telar.
Fibras vegetales de variadas calidades, se entrecruzaban dando lugar a la creación de los primeros objetos funcionales para la subsistencia: transporte de alimentos, redes de pescas, cestos .
En los Andes Peruanos ( Cueva del Guitarrero 8600 a.c.),se encontraron restos de primeras sogas y bolsas, realizado con torsión de fibras vegetales.
En la Argentina, en Provincia de Jujuy, departamento de Tumbaya ( Huachichocana 7600 a.c.), se encontraron también restos de cuerdas, sogas, que demuestran maestrías en torsiones y utilización de la fibra vegetal.


En una primera etapa fue la cestería, , tejidos de mallas, sin soporte, torsión de fibras vegetales para producir piezas a partir de una sola hebra. sin telar, sin trama ni urdimbre, solo el entrelazar las fibras vegetales de miles maneras diferentes, logrando maravillosos cestos.

Las torsiones y la finura, la resistencia del hilado serán testimonio de la habilidad de aquellos primeros artesanos tejedores que estarán presente y acompañarán en forma permanente la historia del tejido american

Con el paso del tiempo...

De pueblos cazadores a agricultores.
La observación de la naturaleza, el poder de la tierra, la lluvia, el agua y el viento y el poder de la divinidad. La Pacha Mama. La domesticación del algodón.

Aparecen los primeros tejidos realizados con dos grupos de elementos: urdimbre y trama.
Dentro de los cuales hay dos momento bien diferenciados: uno anterior o PRE telar, correspondiente a tejidos realizados en marcos o bastidor, utilizando la técnica del torzal.( Huaca Prieta. Perú, año2500 a.c.), Son los primeros tejidos con diseño e iconografía del cóndor y serpiente.

Y el otro posterior, de tejidos en telar.

Las primeras telas tejidas con urdimbre y trama, se tejían en el telar de cintura,
llamado de esa forma por poseer una faja que rodea a la cintura del tejedor, de esa forma controlaba con el movimiento de su cuerpo la tensión de los hilos de urdimbre.
Símbolo de la simpleza y armonía, dos varillas paralelas tensadas por la urdimbre, un extremo atado a la cintura del tejedor y el otro extremo a un árbol que servía de sostén. Que maestría la del viejo telar!
La introducción de los lisos ( hilos suplementarios que levantan la urdimbre), marcó un antes y un después en el mundo de los textiles y las primeras telas.
La utilización de los lisos permitió avanzar en los tejidos en telar y dar un salto de la cestería donde los hilos se movían en forma individual.

Los Grandes cambios culturales como: la domesticación del algodón, el cultivo del maíz, el comienzo de la cerámica, influyen en la historia de los tejidos, marcando sus simbolismos, determinado por la tríada ave-felino-serpiente, quienes a modo de lenguaje transmiten en las telas tejidas, mitos y pensamientos mágico religioso.

Textiles pintados de Chavin de Huantar
Mantos de Paracas con sus majestuosos bordados.
Tejidos tridimensionales de la cultura Nazca.
Chancay y Chimu con sus tejidos de filtros de luz (Gasas)

En todos estos tejidos del antiguo Perú, se observa una búsqueda pictórica diferente, la organización del color y un ritmo en la iconografía, tan claramente expresado por Ricardo Rojas en su libro“Silabario de la Decoración Americana”como una de las características del arte americano.

El tejido andino por el año 1300 d.c. había llegado a su máximo esplendor, donde todas las técnicas eran utilizadas y combinadas.
Las culturas textiles posteriores que continuaron, en mayor o menor grado retomarán esta herencia .

Los Incas recogieron una herencia textil de más de cuatro mil años.

No existía sacrificio, ajuar funerario, ritual religioso, rango político y tributo económico que no tuviese en el tejido un papel importante.
Algodón, vicuña, alpaca, llama, pelo de murciélago, fibras vegetales y a veces hasta pelo humano, se utilizaron como materia prima para la creación de telas tanto para un nivel masivo como para los gobernantes y el Inca.

Las primeras telas fueron naciendo, siendo testimonio del momento social y cultural que le dieron su origen, cada icono tramado, la disposición en la tela ,los colores utilizados y los materiales seleccionados para tejer, dejaron su impronta en forma de textos, que pueden ser leídos y nos cuentan sobre la vida cotidiana, política y religiosa de los habitantes antiguos del suelo americano.

En ausencia de registro escrito, la imagen pictórica se transforma en comunicante y transmite un lenguaje.
Las maravillosas telas tejidas, hoy podemos apreciarlas en los Museos del Mundo, con su maestría, perfección técnica y colorido extraído de las plantas, que aún sobreviven al paso del tiempo y nos devuelve la memoria de los antiguos saberes del Universo Andino.

El valor del tejido quedó evidenciado por el comportamiento de los generales incas que trataron de evitar que los textiles cayeran en manos de los españoles.
...” El enemigo no se vio privado de llamas ni de gente pero si de tejidos...”

Hoy, en el presente , entre tramas y urdimbres, son testimonio de la herencia andina, las manos de los tejedores actuales, urbanos, todos ellos, tejen con navetas milenarias el paso del tiempo, invocando en cada sonido de los hilos, el retorno del telar ancestral que no conoce fronteras y se filtra en cada creación actual.

Claudia Goldin-

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Fecha : Domingo 2 de Diciembre de 2007
Medio: Diario La Capital

   

Manos que cuentan Historias

          La actividad creativa y el tejer en el telar permiten la apertura de espacios innovadores en el camino del auto conocimiento y la búsqueda de una mejor calidad de vida.

La visualización de imágenes y emociones, teñidas de formas y colores, comienzan a surgir para ser plasmadas en una hoja y luego tejidas en el telar, en un ámbito con aroma a esencias de Palo Santo y conexión con lo sensorial.

Cada persona que accede a la creación textil, deja su sello, su estilo, su tiempo, su riqueza y desde ese lugar , crea una obra, un tapiz, una manta, un estilo cargado de significado, que posibilitan un reconocimiento y una valoración de si mismo.

Conectarse con el maestro interior y plasmarlo desde” el hacer con las manos” , con un fin lúdico, como recurso laboral, o como un espacio donde dejar fluir las emociones.

La Psiquiatra Nise Da Silveira, nos habla sobre el lenguaje creativo y artístico como una forma de tratamiento no verbal, por lo cual el acto de pintar, dibujar, bordar, tejer y toda expresión artística, podrá adquirir por si misma cualidades terapéuticas dando forma a las turbulencias de la mente.

Nise Da Silveira, utilizó formas de tratamiento basadas en actividades expresivas y el respeto por el individuo creando el Servicio de Terapia Ocupacional y el Museo de las Imágenes del Inconsciente ( Rìo de Janeiro, 1946), abriendo el camino a la importancia de las actividades creativas en el campo de la salud mental.

La inclusión de la técnica de telar como soporte artístico, crea el medio adecuado:

A través del movimiento de los hilos, la nobleza de los materiales y la repetición constante y rutinaria del telar a modo de un mantra tibetano.

Cada uno de estos elementos permite a la persona que accede a los talleres textiles , percibir un clima sin tensión, alejado del “estrés” generando un ámbito de quietud e introspección.

La técnica del telar no es cualquier técnica, posee la impronta del pasado.
Los textiles antiguos son expresiones culturales ancestrales y milenarias, originarias de las primeras civilizaciones.
Transmitidas de generación en generación, sobreviniendo al paso del tiempo, sincretismos, colonización y distintos modos de dominación

Desde tiempos inmemoriales las técnicas textiles significaron la presencia del hombre, transmitiendo en cada icono tejido su entorno, su geografía, sus rituales sagrados.

También acompañaron a los textiles, el sentido de abrigo, contención, la segunda piel, telas envolventes, como el abrazo, como los awayos ( mantos) que aún hoy, las mujeres del altiplano envuelven a su wawa (bebè), dándole calor, abrigo y calidez.

Con el tiempo y aún en nuestros días, continúan conservando su significado de escritura. Tejidos como textos escritos con imágenes, símbolos y colores
Cada persona que teje una imagen, va recreando y simbolizando desde un contexto social su propia historia, plasmando una imagen cargada de significado.
Tejido como verdaderos Comunicantes.

“Cualquier creaciòn artística es hija de su tiempo y madre de nuestros propios sentimientos.” (Kandinsky “ De lo Espiritual en el Arte”)

Los sueños, las visualizaciones, las percepciones, las emociones tienen formas y colores dejando su impronta en la obra tejida, testigo silencioso de una identidad donde se entreteje lo personal hilado a un tiempo socio-cultural del cual somos reflejos.

Entre Hilos :Un espacio de apertura ,crecimiento y calidad de vida, un recurso más en el apasionante mundo de las emociones y los vínculos del ser humano a través de la creación textil artesanal

Claudia Goldin
Psicóloga y Artista Textil
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Fecha : Domingo 6 de abril de 2008
Medio: Diario La Capital

   

Rituales milenarios que ligan la tierra a la espiritualidad

    Las mesas simbolizan altares, ya sea para ofrendas místicas - espirituales o como sostén de los elementos que intervienen en un rito religioso.
El ritual

En el Mundo andino, el ritual tiene que ver con la repetición originaria, a veces a modo de ofrenda, actuada, danzada, cantada, de un acontecimiento original transmitido ancestralmente, renovando la memoria colectiva y la identidad cultural de un grupo.

Los personajes que dramatizan el ritual y que entran en escena, en general son elegidos como representantes: entre el cielo y la tierra, el mundo espiritual y el mundo terrenal, shamanes, sacerdotes andinos, o profundos conocedores de las tradiciones y el alma cósmica.

El shaman tiene varias acepciones. Mientras que en mongol significa “asceta” en sánscrito “samán “ es quien vive en retiro espiritual; en lengua quechua, “Sámaj” es la persona en descanso espiritual.

A diferencias de los Amautas, su forma de operar no es del orden del conocimiento intelectual, sino de tipo experimental y cercano a las vivencias de su comunidad, cuyos dones le permitían curar, sanar males, tener clarividencia, estados de trance, viajes de iniciación, lecturas de la hoja de coca, ver en la oscuridad, transmutarse en felino-jaguar, conectarse con el mundo espiritual. Sus poderes se transmiten en forma oral y son los transmisores de sabidurías milenarias, provenientes de las más antiguas tradiciones. Poseen los secretos que encierran las plantas y los efectos para la curación y los estados alterados de conciencia a través de los cuales se conectan con el universo espiritual.
El Shamán es sanador, experto en plantas sagradas y su uso, en curaciones.

La mesa constituye una ofrenda ritual., cargada de significados simbólico:
Son pagos religiosos por pedidos, siempre se ofrecen por algún motivo:
salud, prosperidad económica, curación de enfermedades, por las buenas siembras y buenas cosechas .
Algunas mesas de ofrendas, juegan un papel de pedidos especiales por ejemplo, para la construcción de una casa con éxito, o también antes de comenzar excavaciones en sitios arqueológicos.
Todas las mesas tienen elementos que están siempre presentes como:
lanas de colores, golosinas y dulces de diferentes formas, elementos vegetales y de alimentos, hojas de coca.
Siempre existen diferencias en su armado de acuerdo al motivo par lo cual se está pidiendo.
Todas ellas están cargadas de un simbolismo imprescindible para la eficacia del rito.
La mesa no es de ninguna manera una tabla o algo similar, sino una manta ceremonial sobre las cuales se disponen los elementos a ofrendar.
Hay mesas blancas, mesa dulce, mesa de gloria, mesa negra y mesa gris.
La composición de las mesas son armadas en los mercados de las Brujas , por sacerdotes andinos, chamanes y curanderas .
Los médicos kallawaya las utilizan en los rituales mágicos para producir la cura de las enfermedades.

La mesa Pachamama
Puede considerarse una mesa blanca o mesa positiva, para pedir por el trabajo, la buena, fortuna, los negocios, el hogar, la salud, las buenas cosechas.
La mesa se prepara el 1 de agosto, y existe la creencia de que la mesa se recibe mejor cuanto mayor dedicación hay puesta en ella..

La Madre Tierra o Pachamama es una de las deidades femeninas más importantes del mundo andino .

La religión andina posee una relación intrínseca con la naturaleza.
El campesino y la tierra constituyen una unidad indivisible, imposible de comprender el uno sin el otro. El ciclo agrícola representa lo más importante de la vida rural y ritual.
El alimento ritual para la tierra está relacionado con el ciclo agrícola y la fertilidad; con el mundo de los vivos, y los ancestros; con el hombre y la naturaleza que lo rodea ; elementos que se encuentran integrados en un solo mundo imposible de separar.

Por medio de los rituales y las ofrendas cada persona desde su creencia, ofrece su devoción, pide por el bienestar, salud y prosperidad de sus seres queridos y de la humanidad.

Rituales milenarios que , traspasan la barrera del tiempo y en el presente continúan con la misma significación: ligando lo sagrado a la espiritualidad y la veneración a la tierra.
   


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Fecha : Domingo 6 de abril de 2008
Medio: Diario La Capital

   

El toque mágico de la naturaleza

          El teñido artesanal con plantas tintóreas es tan antiguo como la humanidad.
El arte de teñir con las plantas y minerales refleja la memoria ancestral de los primeros habitantes de suelo Americano quienes dejaron su sello imborrable a través del tiempo en Museos de piedra, cuevas y muros de difícil acceso.

Con los pigmentos minerales más elementales, el hombre americano dejó su huella : símbolos de manos pintadas que se recortan en colores ocres ( Cueva de las Manos Pintadas, Río Pinturas, Patagonia Argentina), son testimonio de la primera relación entre el hombre y la materia.

Muchos siglos después, las culturas originarias del Mundo andino, del Amazonas ,de Argentinas y otros países de América, utilizaban el color de la tierra y de su entorno natural para colorear sus textiles

La tintura por excelencia del mundo Andino, fue el rojo de la cochinilla y el azul del añil. Su cultivo ha sido intenso desde México a Argentina en toda la franja Andina.

Los conquistadores españoles describieron en sus crónicas, el asombro que les produjo la utilización del rojo de la cochinilla, asombrados por el esplendor del color de los pueblos encontrados a su paso.

En la Puna Argentina, el uso más frecuente fue y es actualmente el del azafrán y el molle, utilizando como fijadores de color a la vieja usanza: la orina, la ceniza y la chicha de maíz..

Los tintes naturales tienen su origen en las culturas antiguas, las cuales con el paso del tiempo son actualizadas por cada generación, siendo testimonio de una identidad dinámica enriquecida continuamente por el sello de las sociedades contemporáneas.

Los tintes naturales llevan implícitos un mensaje ecologista, ante la evidencia cada día más clara de los efectos negativos que el hombre produce en nuestro planeta con sustancias contaminantes, tal es el caso de las anilinas industriales.

Con un criterio de conservar y cuidar la tierra donde habitamos, se está buscando en la historia de los pigmentos naturales, hace ya largo tiempo ,alternativas posibles, de la extracción de colores en forma natural, alejado de las anilinas contaminantes del medio ambiente.

Dando vuelta las hojas del pasado americano, eran las culturas originarias, quienes vivían en armonía con la naturaleza, conociendo en profundidad sus ciclos y venerando la tierra y agradeciendo todo lo que daba., entre ellos los colores para lograr las pinturas y teñidos de sus telas

Las comunidades originarias son quienes han convivido en forma armónica con su medio y del cual han obtenido con respeto a la tierra sus colores inalterables durante siglos y siglos.

En el presente, muchas marcas insertas en el mercado y diseñadores de las grandes ciudades, recrean este arte milenario, apareciendo nuevos productos textiles y marcas de ropa cargados de un mensaje ambiental.

En la actualidad surgen laboratorios de tinturas, donde investigadores y artesanos tintóreos, conviven recrean y enriquecen constantemente la magia del color con los elementos de la tierra.
Llevando implícito en la era contemporánea un mensaje alternativo del uso del color en lo cotidiano del vestir.

Organismos internacionales como la UNESCO y la OEA, impulsan la valoración de estas prácticas artesanales de teñidos con plantas, estimulando programas de preservación y difusión de tintes naturales en comunidades originarias, otorgando subsidios de investigación, encuentros internacionales, con el fin último de valorizar y darle actualidad a estas técnicas tradicionales.

Rosario, no queda exento, y en nuestra ciudad podemos utilizar la maravilla del color que nos ofrece la naturaleza.
El eucalipto del Parque independencia nos regala el amarillo y diversos matices, si es medicinal u otra variación de la especie.
El tilo el amarillo claro
La Magnolia el pardo rojizo.
El Nogal, tonalidades marrones claras y oscuras
El palo borracho el marrón
Las hojas del Jacaranda, amarillo claro
Las Acacias diversos pardos amarillentos
El Aguaribay pigmentos pardos amarillentos
La flor del ceibo y el sauce a la vera del río Paraná, nos brindan tonalidades marrones dejando su sello el río marrón.

También en las ciudades los vegetales , verduras y frutas nos ofrecen su color:
La cebolla tintes rojizos, naranjas y amarillos
El repollo colorado tonos del lila, azul claro y gris
La yerba mate el verde
La zanahoria el amarillo naranja

La espinaca el verde
La remolacha un suave rosado
La ciruela negra el rojo claro.

El agua de la lluvia nos ofrece su beneficio, colaborando en la fijación del color, junto con el poder del limón como aclarador natural y el fruto del paraíso a modo de mordiente natural.

Desde lo emocional, los colores de la tierra nos brindan su armonía a través de sus pigmentos.: los atardeceres del campo, el color de los sembrados, las texturas y matices del río marrón, los tonos grises de la ciudad, los tornasolados verdes de la isla....

Cada vez que extraemos el tine, los aromas impregnan los sentidos:
Si es el árbol del tilo, una calma y estado de quietud penetra al respirar, el aroma del eucalipto medicinal impregna y dilata nuestras fosas nasales, con el olor a la magnolia la percepción es de relajación y quietud.

Teñir con plantas en nuestra ciudad, nos permite darle un toque mágico y personal con identidad del lugar donde vivimos a nuestras creaciones artesanales.

Tiñendo con las plantas de nuestro entorno obtenemos tonalidades y una paleta de color que son testimonio del lugar y contexto histórico único e irrepetible del cual somos protagonistas.

Teniendo la oportunidad de conectarnos con la magia del color, del olor y del sabor que la naturaleza nos ofrece en toda su riqueza, reencontrándonos con la historia americana de quienes, siglos atrás, se maravillaron con la misma emoción al sacar una madeja de la olla de barro y colgarla al sol...

Como en el mundo andino se dice en el ritual a la Pachamama
...” agradeciendo a la tierra lo que la tierra nos da.” ........           ---------------------------------------------------------------------------                    

Fecha : Domingo 5 de octubre de 2008
Medio: Diario La Capital

   

Esas pequeñas cosas de la vida cotidiana

          La Creatividad es parte de todo ser humano, es un tesoro que todas las personas lo tenemos y podemos desarrollarla. El camino es abrirse a la experiencia de sentir, y percibir, sin juzgarse, sin condicionamientos, autoexigencias o presiones de diversa índole.

Desde la simpleza de todos los días, desde lo cotidiano que nos acompaña diariamente, estimular nuestros sentidos, ver lo que no se ve, detenerse en los espacios y apropiarse de los hechos simples y rutinarios con una actitud creativa.

El camino es abrirse a la libertad interna y permitirse tener otra mirada de los hechos.

El poder detenerse a percibir, desde la intuición, ver en colores, sentir los olores, percibir los brillos, los claros y los oscuros, los matices y detenerse, ir por la vida con pausa para no perderse en el movimiento de lo cotidiano y poder apropiarse del instante maravilloso de sentir lo creativo, de percibir , de disfrutar de mezclar desde colores en una comida, olfatear y degustar de los olores de algún rincón de mi casa, de mirar y acariciar al perro, de hacer una tarea por vez, de no querer hacer todo junto, de sentir las pausas y el entrelíneas y de detenerme como los habitantes del Mundo Andino en su hablar y mirada sin tiempo.

Crear el medio adecuado en mi entorno , prender alguna esencia, pero no cualquiera seleccionarla porque algo nos produce, tomarnos tiempo para elegir. Sentir por el tacto, detenerme en una caricia , en una emoción o en la simpleza del como andas?
Escuchar escuchando en lo diario , no solo estar allí con mi escucha.

En los talleres de Creatividad y Bienestar, uno de los objetivos es poder bajar el umbral de ansiedad, tomarse un tiempo para sentarse y respirar, sentir el aire que entra y sale y detenerse.

Nos damos un tiempo, lento, pausado, tomamos un te de especias, el calor, el olor, el humo que empaña e impregna nuestros sentidos, son facilitadores para poder encontrarse y comenzar esa conexión con lo creativo y con nuestro tesoro de ser lo que uno es.

Y comenzar a visualizar, irnos con la mente por algún paisaje elegido o inventado, soy un árbol, veo todo color verde, mi olfato se agudiza y escucho la consigna y lo expreso en la hoja, soy un árbol en la hoja .

Desde pequeños nos han enseñado a no mostrar, a comenzar a producir, el tiempo libre de nuestros hijos no lo dejamos fluir, lo tapamos con nuestros códigos del hacer y del rendir. Y así como los adultos entramos en la vorágine del no parar, sin darnos cuenta introducimos a nuestros hijos sin dejarlos sentir su tiempo libre, y disfrutar del ocio saludable y creativo que toda persona necesita para su crecimiento.

Disfrutar de cada cosa, por más pequeña que sea como si fuera única, navegar en el universo de sueños con colores, enamorarme de lo que hago, apasionarme, permitirme mis errores, mis debilidades y mis fortalezas, aceptarme y nadar en la sensación de duda, sensibilizar el tacto, la vista, el oído, los sonidos, los sabores, vendarme los ojos y tocar las plantas de mi entorno, expresar lo que siento, buscando mi forma, convertir mi sueño en imágenes y continuar soñando.

Pensar en colores, la máscara roja, la Esquina terracota, el tigre dorado, el perro de la plaza gris con ojos celestes.


La creatividad es de todos y no de algunos pocos elegidos , solo hay que permitirse otra mirada de lo que nos rodea, cambiar el lente o simplemente ver formas y colores en lo cotidiano de todos los días.

Creatividad no aspira a buscar logros, ni el éxito, ni el rendimiento, ni tampoco quiere ser el arte elegido de algunos pocos artistas.

Como dice Silke ...Es simplemente el acto saludable de sobrepasar las barreras cotidianas con libertades internas...

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Fecha : Domingo 3 de agosto de 2008
Medio: Diario La Capital

   

El Ritual de la Pachamama

         

En el mes de agosto se realiza en los Andes el ritual de alimentar a la tierra, denominado “corpachada”, convido o pago a la tierra y se trata de una ceremonia de profundas raíces prehispánicas.
A partir del 1 de agosto el humo azul del sahumerio de Koa y Palo Santo se percibe en el aire del Noroeste Argentino para “ahuyentar a los malos espíritus”.
La Madre Tierra o Pachamama es una de las deidades femeninas más importantes del mundo andino.

La religión andina posee una relación intrínseca con la naturaleza. El campesino y la tierra constituyen una unidad indivisible, imposible de comprender el no sin el otro. El ciclo agrícola representa lo más importante de la vida rural y ritual.


El alimento ritual para la tierra está relacionado con el ciclo agrícola y la fertilidad; con el mundo de los vivos, y los ancestros; con el hombre y la naturaleza que lo rodea ; elementos que se encuentran integrados en un solo mundo imposible de separar.

La Madre Tierra se le ofrece los mejores alimentos para darle poder y vitalidad, con el objeto que ésta les devuelva protección, alimentos, prosperidad y buenas cosechas.
Ceremonia
Para corpachar o alimentar a la tierra se hace un pozo que representa la boca de la Pachamama .Se realizan en los patios de las casas, escuelas o plazas. A diferencia de otras religiones que poseen lugares fijos para la realización de los rituales (iglesias, templos, mezquitas, etc), la ceremonia de la Pachamama es más dinámica, puede hacerse el Pago a la tierra en cualquier lugar.
Relatos Jujeños: “...Muchas son las ceremonias en su honor: cuando comienza la siembra y la cosecha, en las marcadas y señaladas de la hacienda. Pero el homenaje principal se observa durante el mes de agosto, especialmente el primer día del mes. La ceremonia comienza a horas muy temprana, con el saumerio de la vivienda. Cerca del medio día empiezan a llegar los invitados del dueño de casa, entre ellos vecinos, compadres.
Luego de los saludos y bienvenidas, comparten un almuerzo. Luego de la gran comilona, llega el momento de la esperada ceremonia: se trasladan hasta el centro del patio, donde se procede al cavado de un hoyo, o recavado y se da de comer y de beber a la Madre Tierra, depositando hojas de coca, chicha, alcohol y cigarrillos.
Luego se procede al tapado del hoyo, enterrando, en algunos casos, botellas de alcohol y vino; y para completar la ceremonia, los presentes se toman de la mano para expresar el espíritu de hermandad que reina, y en rueda danzan alrededor del hoyo ya tapado, al son de la caja, flauta y la copla. “...
La Pachamama es la más popular de las creencias rituales del mundo andino que aún sobrevive con fuerza en algunas regiones del Noroeste Argentino.
La evangelización no logró extirpar la presencia de la madre tierra y hoy en día se venera al mismo tiempo los ritos cristianos entrelazados con los mitos andinos.
En Jujuy la gente de la montaña que profesa la fe católica continúa venerando a la Pachamama, como siglos atrás lo hacían sus antecesores.
En la ciudad, antes de empezar a beber, es tradición ofrecer el primer trago a la Pachamama, arrojando un chorro a la tierra.

Actualmente en los centros urbanos, se realizan rituales y ofrendas a la tierra, donde en un mismo espacio ritual, personas de diferentes orígenes participa de los rituales de alimentar a la tierra.

Por medio de los rituales y las ofrendas cada persona desde su creencia, ofrece su devoción, pide por la salud y prosperidad de sus seres queridos.

Rituales milenarios que , traspasan la barrera del tiempo y en el presente continúan con la misma significación: ligando lo sagrado a la espiritualidad y la veneración a la naturaleza, teñido de un mensaje ecologista, de cuidar a la tierra y de pedir por el bienestar de la humanidad.


Claudia Goldin
www.claudiagoldin.com.ar

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Fecha : Domingo 5 de octubre de 2008
Medio: Diario La Capital

   

Creencias Mágicas

         

Las leyendas milenarias al igual que los rituales, permiten la repetición a veces a modo de ofrenda, devoción, pedido, protección, con algún propósito mágico religioso, para la buena salud, para las buenas cosechas, para las almas en pena, para lograr buenos sueños, para “quitar penas”.

Esta repetición ancestral se representa a veces actuando, danzando,
cantando, o creando un objeto artesanal en arcilla, en telar, en metales, con el propósito de reforzar el significado ritual del pedido.

Textiles, grabados, modelados o esculpidos en museos de piedra, roca, tierra o trozos de tela ,vasijas con imágenes de felinos, textiles con chamanes en trance, telas con laberintos del amazonas peruano , cuyo fin era dejar un sello con un significado para quien lo realizaba y para quien iba destinado.

En el presente, en la vida urbana, en actividades relacionadas con la búsqueda del bienestar, de mejorar la calidad de vida, en talleres holisticos, lúdicos, de creatividad y de expresión artísticas - artesanales, se reviven en parte, las leyendas y rituales milenarios, como recursos que toman diferentes significados de acuerdo a los fines que persiguen
Los fines pueden ser múltiples: terapéuticos y psicológicos; creativos, para profundizar sobre culturas originaria; para construir objetos artesanales funcionales, entre otros.

El Atrapador de Sueños
Por ejemplo, el atrapador de sueños representa una tela de araña y ha sido realizado por generaciones ancestrales en los pueblos y culturas originarias, donde el “espíritu del sueño” juega un rol importante. Se encuentran en las cunas de los bebés y los niños, en lo alto de las chozas y su significado es servir de trampa a través de su red para los malos sueños, que quedan atrapados, mientras los buenos sueños pasan a través del agujero del centro de la red.
Los atrapadores de sueños han sido y son realizados por artistas nativos en especial de América del Norte, el significado era siempre el mismo “ atrapar los malos sueños. En general eran aros de madera, o aros de sauce rojo de unos 9 a 12 cm de diámetro, cubiertos por un tejido de red tejidos a la aguja de espina de cactus , con una hebra o fibra vegetal teñida de rojo con raíz vegetal y corteza de ciruelo, también se realizaba la red con tendones de animales.
En la parte inferior del aro generalmente , se colgaba una cuenta de madera y una pluma.
Cuenta la leyenda que los “buenos sueños” saben del pasaje ( agujero central de la red) y se deslizan del mismo, valiéndose de la pluma hacia la cama, cuna o lugar donde se duerme.
La pluma también significa “aliento”, “aire” que barre los malos sueños.
La pluma de búho denota sabiduría y la pluma de águila coraje.

Otro ejemplo son los quitapenas, muñecos pequeños con vestimentas originarias de Guatemala, y vienen en una pequeña cajita de madera, a veces en bolsitas tejidas.
Según la tradición de los pueblos mayas del Altiplano de Guatemala, cuando los niños tienen miedo o pesadillas por la noche, se los cuentan a los muñequitos antes de irse a dormir y luego los colocan debajo de la almohada, y al amanecer los sueños feos desaparecen.
Tan popular se hizo la leyenda que los adultos cuando tenían un problema o varios de ellos, hacían lo mismo con los muñequitos y según se cuenta estos hacían desaparecer los problemas para siempre e utilizaban uno por cada día de la semana
Existe una canción de Tontxu sobre la leyenda de los muñequitos quitapenas:
“Los muñecos quitapenas quitan las penas que tengo, se las cuento muy bajito y me las curan en silencio. Y debajo de mi almohada duermen siempre mis muñecos y si tengo alguna pena yo sin ella me despierto. Y yo que nunca creí en amuletos ni hechiceros, explícame qué hago yo contando penas a muñecos.”


El Hilo Mágico
El hilo lloq´e en lengua quechua significa “ izquierdo” y también “algo diferente”.
Se le llama con este nombre a la hebra de lana hilada por la hilandera en sentido contrario a la torsión normal de todos los hilados. El mismo fue encontrado en textiles milenarios de las culturas precolombinos, otorgándole un sentido mágico religioso para la tejedora que realizaba el tejido o para quien iba ser utilizado.
Según algunos estudios antropológicos realizados en el Cuzco sobre creencias que siguen aún hoy vigentes, el hilado hacia la izquierda tiene diferentes significados: es aceptado que el hilo lloq'e protege contra los vientos y que las personas enfermas con mal de ojo lo usan alrededor de la muñeca o tobillos para su protección o curación. Se dice también que es bueno para el éxito en los romances, siendo una parte importante en muchos atados mágicos para incrementar el amor de un amado indiferente.
Es el hilo mágico que se usa como protección y como ofrenda sagrada.
Otro mito es el Ritual a la tierra, y el homenaje principal se realiza el mes de agosto en el Mundo Andino. Especialmente el primer día del mes se sahuman los hogares y un humo azul de sahumerio de koa tiñe los cerros, en el patio de la casa, a la vera del camino, en las plazas o en las escuelas, se cava el hoyo o se procede a recavar el de años anteriores, Se da de comer a la tierra con las mejores ofrendas, las mejores comidas, hojitas de coca, chicha, alcohol y cigarrillos, se pide en silencio por los buenos augurios, las buenas cosechas, buena salud y el bienestar espiritual de los presentes, luego se procede al tapado del hoyo y para completar la ceremonia se entierran botellas y los presentes se toman de la mano y en rueda danzan a los sones de la música, cajas, quenas y coplas.

En ese sentido todos estos mitos se encuentran aún vigentes. Por ejemplo, los atrapadores de sueños se los puede encontrar en las ferias artesanales, las casas de decoración, las cunas de los bebes, y que son tema de talleres de expresión y creatividad .
Los muñequitos quitapenas que habitan en las casas como recuerdo guatemalteco, y que se utilizan como disparadores en talleres de expresión artística y terapéuticos para ayudar simbólicamente a dejar ir las penas.
Rituales a la tierra que hoy se realizan a modo de ofrendas en la ciudad, para pedidos, para buenos augurios, para sanar viejas heridas por bienestar paz salud y prosperidad
El significado mágico simbólico que cada tejedora le da a su tejido a través de las tramas que va creando con los “hilos mágicos”.
Las ceremonias chamánicas, las ofrendas por la paz, la medicina de la tierra, los relatos antiguos, los cuentos, los mandalas, las ofrendas de arte efímero, que día a día resignifican el sentido milenario de las leyendas y rituales ancestrales dándole un significado especial para la persona que accede a ellos.