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El tapiz de la vida

El hilo que liga que ata desata anuda se pierde busca nuevos caminos y se vuelve anudar. Entrelazar identidades perdidas y a veces olvidadas. Entrecruzar tramas e historias comunes y diferentes, enriqueciendo con texturas de vida cargadas de subjetividades.

Las emociones son las protagonistas del tapiz de la vida, cada hebra tramada denota estados de ánimo: soledad, ausencia, presencia, duelos, euforia, angustia, carencia, encuentro y desencuentro. Estados de ánimo que se ligan a los colores y a los símbolos que sostienen una historia personal.

El tapiz de la vida con sus hilos que se entrecruzan y sus errores, fallas, desafíos propios del hacer con las manos, y sello de identidad, desgarros de la trama que posibilitan un encuentro con otro estado que supera el anterior, aprendizaje, pruebas que enseñan, mensaje que mueve, choca, moviliza, estados de crisis, producen cortes y posteriores hilados y continua la trama, buceando en las mixturas de la vida, en la arqueología del alma, a veces con fibras más sutiles, traslúcidas como filtros de luz que entretejen las tramas frágiles de nuestra sensibilidad, otras fibras más pesadas, más rústicas que denotan emociones teñidas en urdimbres densas sin espacios, juego de texturas que denotan las emociones claras, oscuras, brillantes, opacas.

Ocasionalmente todo es negro, a veces hay luz blanca, hay color y luz en los negros.
El color se liga a los cuatro elementos que hablan de la naturaleza:
Agua tierra fuego aire, como el ser humano, a veces prevalece un elemento más que otro, que a su vez se liga a un color, rojo amarillo y todas sus gamas de tierras , campo, montaña, sol, fuego, el poder de los árboles azules verdosos, turquesas, cielos, viento y agua.

Percepción, visualización de imágenes, el beneficio de la mente y la imaginación creativa de viajar por el mundo simplemente cerrando los ojos en silencio y soñar despierto. Sensaciones, percepciones, olores, sabores, texturas y así creamos una imagen cargada de significado.

Construimos el tapiz de la vida donde el sello personal entra siempre en escena y deja su impronta en la tela tramada. Y continuamos creando, viajando con los sentidos por algún lugar elegido o inventado y escucho la consiga: soy un árbol veo todo color verde, mi olfato se agudiza y lo plasmo en una hoja, le pongo palabras, lo percibo con el movimiento de mi cuerpo, le busco el aroma y creo mi estilo personal único, irrepetible e inconfundible.

Apreciar la riqueza de la vida con sus matices y con sus desafíos. Todo forma parte del tapiz de la vida tanto más rico y hermoso será su estética, cuanta más textura de experiencias diferentes se trame en él. Cuanto más variedad entrelazada,
mas belleza y profundidad.

El tapiz de la vida tiene errores, muchos coloridos y creativos que son hilos dorados que posibilitan aprendizajes del ser.

El tapiz de la vida es único original y propio y nadie necesita comprenderlo en absoluto, y las áreas tejidas diferentes de la trama lo hacen más precioso .

El tapiz de la vida es de todos y de cada uno y no de algunos pocos , solo hay que permitirse otra mirada de lo cotidiano y crear una obra personal que en sus urdimbres y entrecruzamiento deje traslucir la presencia del testigo, autor y protagonista de la trama creada.

Claudia Goldin

Psicóloga y artista textil

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