El Hilo Sagrado

En el Mundo Andino, en textiles de uso ceremonial han quedado impresos imágenes y símbolos chamanicos, como los antiguos mantos de Paracas, telas pintadas con minerales y vegetales de Chavin de Huantar, mantillas ceremoniales, awayos, chuspas ( bolsitas), miniaturas de ofrendas en santuarios de alta montaña, trajes ceremoniales para rituales religiosos.

Textiles, grabados, modelados o esculpidos en museos de piedra, roca, tierra o trozos de tela, cuyo fin era la de significar elemento de identidad, lenguaje e intercambio, ritual u ofrenda para los dioses, en última instancia, para preservar la memoria ancestral del mundo andino acentuando su identidad y diferenciándola de otras.

En los Andes no existía sacrificio, ajuar funerario, ritual religioso, rango político y tributo económico que no tuviese en el tejido un papel importante.

Algodón, vicuña, alpaca, llama, pelo de murciélago, fibras vegetales y a veces hasta pelo humano, se utilizaron como materia prima para la creación de textiles tanto para un nivel masivo como para los gobernantes, las jerarquias, la protección magica de guerreros, las ofrendas en rituales de alta montaña , las unkuñas, los mantos ceremoniales, las mesas de pagos a la tierra.

Las primeras telas fueron naciendo, siendo testimonio del momento social religioso y cultural que le dieron su origen, cada icono tramado, la disposición en la tela ,los colores utilizados y los materiales seleccionados para tejer, dejaron su impronta en forma de textos, que pueden ser leídos y nos cuentan sobre la vida cotidiana, política y religiosa de los habitantes antiguos del suelo americano.

En ausencia de registro escrito, la imagen pictórica se transforma en comunicante y transmite un lenguaje, un código un significado.

Los textiles antiguos son expresiones culturales ancestrales y milenarias, originarias de las primeras civilizaciones. Transmitidas de generación en generación, sobreviniendo al paso del tiempo, sincretismos, colonización y distintos modos de dominación .

Desde tiempos inmemoriales las técnicas textiles significaron la presencia del hombre, transmitiendo en cada icono tejido su entorno, su geografía, sus rituales sagrados.

También acompañaron a los textiles, el sentido de abrigo, contención, protección, la segunda piel, telas envolventes, como el abrazo, como los awayos ( mantos) que aún hoy, las mujeres del altiplano envuelven a su wawa (bebè), dándole calor, abrigo y calidez. El textil en su significado envolvente, como malla o red protectora que interviene en el nacimiento al recibir al bebe y en la muerte al acompañar las ofrendas del que se va, en el viaje al más allá.

Las actividades religiosas en el mundo andino se relacionaban con la naturaleza y la fertilidad; especialmente el ciclo agrícola y las estaciones del año.

Para las culturas precolombinas la naturaleza fue considerada sagrada. En especial las montañas que fueron dioses o “apus” que protegían a las comunidades. El estado Inca le dio suma importancia a este antiguo culto, y sus habitantes construyeron en las cimas espacios para los rituales religiosos, hoy conocidos como “adoratorios o santuarios de alta montaña”, cuyas ofrendas y el ajuar de los niños era acompañado de textiles.

En las culturas precolombinas la piedra, en sus diferentes formas y tamaños, fue un objeto de culto y ritual. Las apachetas ( montículos de piedras apiladas) son adoratorios simples pero muy importantes para las creencias religiosas pasadas y actuales en el universo andino. Se trata de agrupamientos de piedras de diferentes tamaños que se encuentran a la vera de los caminos.

Estos lugares fueron y son considerados rituales.

Los pedidos que se realizan en las apachetas se corresponden con el viajero y peregrinos, las sendas y el camino, ya que las mismas se relacionan con el descanso, las fuerzas para continuar, la protección , la salud y el permiso para ingresar a un lugar nuevo. Las apachetas son construidas cuando se realiza una ofrenda a la Pachamama en el mes de agosto. Las cuales se adornan con flores y lanas de muchos colores.

Las mesas de ofrenda

Las mesas simbolizan altares, ya sea para ofrendas místicas - espirituales o como sostén de los elementos que intervienen en un rito religioso. Las ofrendas de las mesas se realizan en mantillas tejidas en el telar ( unkuñas).

La mesa constituye una ofrenda ritual., cargada de significados simbólico: Son pagos religiosos por pedidos, siempre se ofrecen por algún motivo: salud, prosperidad económica, curación de enfermedades, por las buenas siembras y buenas cosechas . Algunas mesas de ofrendas, juegan un papel de pedidos especiales por ejemplo, para la construcción de una casa con éxito, o también antes de comenzar excavaciones en sitios arqueológicos. Todas las mesas tienen elementos que están siempre presentes como: lanas de colores, golosinas y dulces de diferentes formas, elementos vegetales y de alimentos, hojas de coca. Siempre existen diferencias en su armado de acuerdo al motivo par lo cual se está pidiendo. Todas ellas están cargadas de un simbolismo imprescindible para la eficacia del rito. La mesa no es de ninguna manera una tabla o algo similar, sino una manta ceremonial sobre las cuales se disponen los elementos a ofrendar. Hay mesas blancas, mesa dulce, mesa de gloria, mesa negra y mesa gris. La composición de las mesas son armadas en los mercados de las Brujas , por sacerdotes andinos, chamanes y curanderas. Los médicos kallawaya las utilizan en los rituales mágicos para producir la cura de las enfermedades.

La mesa Pachamama

Puede considerarse una mesa blanca o mesa positiva, para pedir por el trabajo, la buena, fortuna, los negocios, el hogar, la salud, las buenas cosechas. La mesa se prepara el 1 de agosto, y existe la creencia de que la mesa se recibe mejor cuanto mayor dedicación hay puesta en ella...

El Hilo Mágico

El hilo lloq´e en lengua quechua significa “ izquierdo” y también “algo diferente”. Se le llama con este nombre a la hebra de lana hilada por la hilandera en sentido contrario a la torsión normal de todos los hilados. El mismo fue encontrado en textiles milenarios de las culturas precolombinos, otorgándole un sentido mágico religioso para la tejedora que realizaba el tejido o para quien iba ser utilizado. Es el hilo mágico que se usa como protección y como ofrenda sagrada. El hilo sagrado que , traspasa la barrera del tiempo y en el presente continúa con la misma significación: ligando lo sagrado a la espiritualidad y la veneración a la tierra.

El valor del tejido en el Universo de los Andes quedó evidenciado por el comportamiento de los generales incas que trataron de evitar que los textiles cayeran en manos de los españoles. ...” El enemigo no se vio privado de llamas ni de gente pero si de tejidos...”

Hoy, en el presente , entre tramas y urdimbres, son testimonio del Hilo sagrado las manos de los tejedores actuales, todos ellos, tejen con navetas milenarias el paso del tiempo, invocando en cada sonido de los hilos, el retorno del telar ancestral que no conoce fronteras y se filtra en cada creación actual, en cada ceremonia ritual, en cada ofrenda tejida.

Claudia Goldin

Apoyo

Ya no sois, manos de araña
débiles hebras,
tela enmarañada
cuando fuisteis cayó:
costumbres sílabas
raidas
mascaras de luz
deslumbradora.

Pablo Neruda
(Alturas del Machu Picchu)